El bebé
Se supone que esta semana el bebé puede tener el tamaño aproximado de la palma de tu mano. Empieza a perfeccionar las acciones de tragar y succionar, que le serán útiles después cuando llegue la toma de leche. Como novedad, a partir de esta semana, los latidos del corazón empiezan a ser regulados por su cerebro y ya no es algo espontáneo. Va entre las 140 y 150 veces por minuto.
Esta semana tuve visita con la matrona y pudimos comprobar con el aparatito ese que sirve de Doppler, que el corazoncito de Adrián iba a 146/minuto. Todo dentro de la normalidad.
Lo que yo sentí
El pecho en la misma línea que las semanas anteriores y nada, absolutamente nada más salvo por algo maravilloso e indescriptible, como son sus primeros movimientos al finalizar esta semana, justo de 17+6.
Estaba amaneciendo y yo tumbada en la cama boca arriba ya medio despierta. Noté como botecitos, golpes en la barriga, al principio muy leves y pensaba que eran gases sinceramente, pero luego, tras repetirse por toda la barriga, me quedó claro que eso era mi bebé. ¡¡Me puse loca!!
Desperté a Pablo y le dije: "¡Lo he notado, lo he notado!, Te lo juro"
Ese día estuve pendiente de si volvía a sentirlo y la verdad que sobre esto tengo para rato para contar y tengo que escribir una entrada sólo para describir como se sienten esos primeros movimientos y su frecuencia. Lo cierto es que justo al comienzo, yo sólo era capaz de notarle unas tres veces al día y si me tumbaba relajada y me concentraba en ello.
Foto de la barriguita a las 17s:
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